domingo, febrero 26, 2006

El amor y otros derivados

Anoche era carnaval, disfraces, mucha fiesta, borrachera, descontrol, conversaciones y, si se tercia, intimidad en cualquier rincón con otra persona... ¿Y que demonios hacía yo en una casita en plan tranqui al abrigo de una chimenea con varias parejas más y sin disfrazar?
Empecemos por el principio, siempre he creido que el carnaval era una fiesta un tanto estúpida y sin sentido, o me van decir que resulta serio que jóvenes y no tan jóvenes se vistan de mamarracho y después de ingerir cantidades considerables de alcohol vayan haciendo el ridículo por ahí, no obstante he evitado pocas veces esa fiesta. Por una de esas contradicciones de la persona me divierte vestirme de cualquier cosa (excepto mujer) porque ello provoca una deshinibición que, unida al efecto del alcohol, me permite tomar contacto con personas que de otra forma evitaría. Sí, soy tímido aunque no lo parezca. Entonces ¿Por qué este año no he seguido la 'tradición'? Por el mismo hecho que ya no me divierte salir de fiesta sin mi novia. Parémonos a reflexionar un segundo ¿Por qué salimos los sábados? ¿Para estar con los colegas? ¿Sí? Y entonces cómo es posible que te pases la noche con un cubata en la mano y mirando a todas las niñas a tu alrededor en vez de estar hablando con ellos. No nos engañemos, salimos buscando pareja, para algo esporádico o permanente pero en el fondo buscamos una compañía.
Carnaval es, sin duda, un entorno ideal para buscar un encuentro ocasional, que no siempre se consigue o que en el momento decisivo se evita por principios o cualquier otro motivo, pero está claro que el momento es propicio para ello. En efecto, el hecho de tener pareja elimina la motivación del salir y el objetivo del fin de semana pasa a estar más tiempo con ella. A su lado el tiempo se hace corto las horas son minutos y los minutos segundos. Para que coj--es me voy a gastar una pasta en disfraces y alcohol si yo lo que quiero es estar con mi novia.
En fin, feliz carnaval a los solteros (y sin pareja) y felices días de enamorados al resto.

Por cierto, ya se que nada de esto venía demasiado a cuento però como nadie escribe por aquí he decidido 'apropiarme' del blog y escribir lo que me parezca :-D.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Joer, que hay de aquel Ximo que iba a paellas mil, montaba orgias desenfrendas en su piso (aka Ximofiestas) y no había culo de tía maciza que no mereciese un giro de cuello?

La vida cambia, pero no hay que renunciar al pasado, no? Digo Ju-Ja!!! Ieeeeeeeeeeeeeeeeee!!! Exta si, exta no, exta me gusta me la como yo!

demóstenes dijo...

Jejeje. Vale las fiestas con los colegas molan, pero si encima ligas... ande va a parar!! ¿Eh?
Lo genial hubiera sido que en cada fiesta hubieramos ligado con una chica maciza de esas que merecen un giro de cuello, ¿o no?

La destrucción va a llegar así que todos a rezar, eeeeeeeeeeyyy júa.