domingo, octubre 30, 2005

No era un gilipollas más era el rey de los gilipollas al volante

Mísero de mi pensaba que lo había visto todo, o al menos gran parte, de lo peor en conducción pero no, no en absoluto. Anoche sobre la una de la madrugada quede ingrátamente sorprendido y alucinado. He encontrado al auténtico y más grande inútil al volante que uno pueda echarse a la cara. Pasemos a los hechos.
Me encontraba circulando por la nacional 332, carretera de un carril de circulación en cada sentido y arcén pavimentado de metro y pico de ancho, a la altura entre Ondara y Gata cuando un coche se me pega al parachoques trasero, cabe comentar que yo iba a una velocidad de alrededor de 100 km/h ,que era la velocidad máxima permitida o incluso un poco superior a ella, también me gustaría indicar que cuando digo 'que se me pega' no me refiero a que guarda una distancia de seguridad mucho menor a la aconsejada, me refiero a que la distancia que guardaba era de un metro y medio escaso. Que cualquier hijo de su madre haga eso me toca mucho la entrepierna así que decido hacer alguna frenada poco brusca para recordarle que existe una normativa que marca una distancia entre vehículos y que no lo hace por capricho, no hace el menor efecto, tanto cuando freno como cuando acelero continuo con esa mosca cojonera pegada a mi culo.Intuyo que tal vez el aludido es retrasado mental, con perdón de los disminuidos psíquicos, así que decido probar con unos destellos de la antiniebla trasiera, grave error el individuo decide meter la luz larga. De repente a la altura de un puticlub desaparece el susodicho de mi espejo retrovisor, 'ajá'-pensé yo-'el tío estaba con un calentón y por eso hacía lo que hacía presionado por su particular circunstancia' pero no, estaba muy equivocado, el tipo reapareció por el retrovisor derecho, donde yo pensaba verle aparcando, creciendo en tamaño hasta que finalmente llegó a adelantarme por la derecha, maniobra que no traté de evitar (aunque he de decir que estuve tentado de dar un pequeño volantazo y sacarle de la carretera como en las películas), circulando durante la maniobra por el arcén, pegado a mi flanco derecho y a pocos centímetros de un campo de almendros. Antes de que terminara el adelantamiento le avise con dos toques cortos de claxon de que su maniobra era antirreglamentaria a la par que suicida y él me saludó por la ventanilla extendiendo su brazo con el dedo corazón levantado.
Me parece que el eslabón perdido entre el mono y el hombre no debería buscarse en cuevas y yacimientos arqueológicos pues parece ser que se encuentra mucho más cerca, circulando por carretera entre nosotros.

3 comentarios:

YogSo dijo...

No sé por qué, este post me ha recordado al blog de Josu el makineto del barrio de los kristales, concretamente esta entrada en concreto XDDDDDDD

Climens dijo...

Joer Ximo, la próxima vegada que te demane pas, deixam passar!!!

Bueno, coñas a parte, los amigüitos del progressive tienen sus propias normas de conducción y en ellas el arcén es parte de la carretera, así que ya lo sabes para la próxima. Cualquier sitio es bueno para adelantar.

nobody dijo...

Bueno, si los subnormales al volante volaran el cielo no se podria ver...

La proxima vez detengase a 0 km/h, a ver que hace el capullo en cuestión...