La cosa ha sido más o menos así. Iba hacia el trabajo tranquilamente por el carril susodicho por la Avenida del Puerto de Valencia, este carril, para quien no lo conozca, transcurre pegado a la calzada donde los coches aparcan uno detrás de otro. De cuando en cuando viene una bicicleta en sentido contrario, yo me aparto a la derecha y una puerta de coche se abre impidiéndome el paso y obligándome a parar súbitamente con el esternón contra su canto/esquina. Sale la señora con cara de compúngida:
- '¿Estás bien? ¿Te has hecho daño?'
- 'Sí un poco, solo en el pecho, me escuece aparte del dolor del golpe'.
- '¿Quieres tomar algo? ¿vamos al bar?'
- 'No gracias, estoy "bien", me conformo con que mire antes abrir las puertas si viene alguien.'
etcétera
Resultado un corte/raspado, con un pelín de sangre y un dolor ligero durante todo el día más el escozor debido a la pequeña herida.
Abajo foto testimonio una vez limpiada la poca sangre que había salido, por si no se aprecia en mi pecho lobo la heridita tiene poco más de 10 centímetros de largo.

PD: Afortunadamente esta mañana iba con tiempo de sobra y a la mitad de velocidad que habitualmente.
Un saludo y cuando vayan en bicicleta adivinen las intenciones de todo aquel que se acerque a su camino, sea éste perro, peatón, coche, puerta o lo que sea.